El segundo libro que he comprado en el verano 2019 es la
Biblia, editada por la Biblioteca de Autores Cristianos, cuya traducción ha
sido hecha por Eloino Nacar Fuster y como coautor Alberto Colunga Cueto,
educación 1946. Seguramente sea una de la versión más usada por el clero de
España y de muchos países de Sudamérica. Incluso muchos miembros de los
Testigos de Jehová también la utilizan, por increíble que parezca. Me ha
encantado la traducción por su claridad y sobre todo por la combinación de un
vocabulario muy rico y coherente. El binomio Nacar-Colunga ha hecho un buen
trabajo, con el Nuevo Testamento, Salmos y Evangelios.
¿Por qué leer el Nuevo Testamento y Los evangelios?, una de
la más importante es por la cultura y tradición cristiana para mantenerla viva
y que no se pierda. Seguro que hay muchas más razones, como el análisis de mi
hambre lectora, me encan. Como buen cristiano es uno mis libros de cabecera,
sino puedo leerlo por la noche por tiempo o cansancio suelo recurrir al evangelio de hoy porque es un
sitio que muestra las mejores lecturas diarias, ya sea el salmo, evangelios o
reflexiones.
Una de las más importantes razones por las que me he
decidido a leer este libro no solo es por la lectura sino por su estudio y
hacer mi propia reflexión, sin que nada ni nadie adultere es análisis. Otras motivaciones son:
1- El placer de la desacralizar textos antiquísimos. Se
suelen leer los evangelios como lectura-palimsepto y no como texto manifestado
por Dios. El texto originario de cada evangelio ha sido seccionado, añadido y
modificado por diferentes corrientes que había durante los primeros siglos del
mismo cristianismo, desde luchas internas, herejías, hasta lucha de poder.
2 – Tal desacralización equivale a la
"refundación" de Jesucristo. Cuando era pequeño nos contaban los
pasajes evangélicos desde el punto de vista de la iglesia católica, pero con el
paso del tiempo todos adquirimos habilidades y perfectivas diferentes en base a
nuestra experiencia. Ahora el prisma y mi experiencia es diferente. Se
perfectamente que los evangelios y los salmos no iban a significar lo mismo que
hace 59 años. Como los buenos vinos lo he dejado madurar que sepan mucho mejor.
3 - El gusto de hallar a un Jesús diferente, ya sea o mejor
o peor, pero diferente. La Iglesia Católica como tal no favorecía o aconsejaba
su lectura hasta el Vaticano 2º. Para ellos con ir a misa, oír la homilía ya
sea los evangelios, salmos o pasajes bíblicos era más que suficiente, cuando
realmente una riqueza que no se puede apreciar durante la homilía.
Un abrazo compañeros